Carta de Manuel Esparza en DNoticias 15/7/2024

En el tablón de anuncios del MI Ayuntamiento de Tafalla, se expone al público la apertura de un periodo de alegaciones que finaliza el 8 de agosto para el proyecto de cinco parques fotovoltaicos aledaños a la laguna del Juncal. En total, afecta a 33has, 33 campos de fútbol.

Probablemente, muchos tafalleses no son conscientes de la riqueza natural que alberga esta laguna endorreica, sin salida al mar y que procede de la época terciaria, nada menos que hace más de 60 millones de años. Entonces, se paseaban los dinosaurios y faltaban decenas de millones de años para que aparecieran los monos primero y de ellos los humanos para alterarlo todo. Este humedal natural se alimenta de la lluvia, de la escorrentía de su cuenca cultivada y las aguas y aportes subterráneos de la fuente de Resano que está muy cerca, en la carretera Miranda antes de subir al Plano. De este tipo, en toda la península, es la más al norte.

En la actualidad, son 60 has de carrizales y otras plantas acuáticas y orquídeas que son centro de nidificación y también escala para su descanso de aves migratorias, tanto del norte de Europa como de África.

Los amantes de las aves flipan con la riqueza que alberga esta humilde y maltratada laguna. Hay todo un turismo de aves. Se han contabilizado más de cincuenta nidos de garza real. Hay zampullines comunes, fochas, azulones, cerceta común, ánade friso, rascón europeo, polluela bastarda, garcilla, ánade real, aventorillo común, gaviota patiamarilla, aguilucho lagunero y aguilucho pálido… sin contar los pajaricos y los anfibios. También es refugio esporádico de jabalíes, corzos, nutrias y visón europeo.

El primer tafallés que se dio cuenta de esta riqueza e hizo algo para protegerla fue, cómo no, mi querido Eugenio Vidaurre Ganuza. Él, con la asociación ANAN, Asociación Navarra de Amigos de la Naturaleza, consiguió del Ayuntamiento permiso para cercarla, porque este terreno comunal como otros, mermaba surcarrada a surcarrada por los agricultores vecinos. Corrían los años 70 del pasado siglo. En 1987 fue declarada reserva natural por el Gobierno de Navarra. Una reserva es una porción del territorio donde se protege la naturaleza y se requiere que exista una normativa que regule o prohíba usos o actividades que pudieran perjudicar la conservación de los elementos naturales objeto de protección. Con esto sólo, bastaría para que el Gobierno de Navarra o el Ayuntamiento paralizasen este proyecto. 

Desde 2016 esta laguna está catalogada como zona de especial protección, ZEC, porque alberga hábitats naturales, flora, fauna silvestre, representativos de la diversidad de Navarra. Además forma parte de la red Natura 2000. Está declarada como lugar de importancia comunitaria LIC. Esta red europea se propone garantizar la supervivencia de las especies y sus hábitats y es su principal instrumento para garantizar la conservación de la naturaleza.

En 2018, el Ayuntamiento de Tafalla, gracias a Pedro Leralta que lo movió, hizo un observatorio, con un panel esplicativo, así como una mesa. Todo con material reciclado que costó 1.200 euros. Hay que ir, conocer es amar. Con buenos prismáticos y buena compañía mejor.

Unas amenazas tienen remedio y otras no. El tren de alta velocidad a su lado ya no tiene remedio. Se pasan por el forro el impacto ambiental, económico y posible pérdida de nuestro tren. La contaminación por nitratos y pesticidas en toda su cuenca sí. Una actividad del nuevo grupo de voluntarios está siendo medir con un medidor de precisión que nos ha dejado Greenpeace, el nivel de nitratos de las fuentes, acequias, río de Tafalla y la Valdorba. En el caso concreto de la fuente de Resano los resultados fueron los más altos en la zona de Tafalla, aunque nos ganan los de Barasoain con su fuente de San Pedro. Salió en dos medidas, 140 y 130 mg/l, casi el triple del máximo que es 50 y es mucho. El agua de la laguna está amarilla por la eutroficación debida a la contaminación.

Reserva natural, Zec, Lic, Natura 2000, Red Europea, Gobierno de Navarra… Y salvo la valla de Eugenio y el mirador de Leralta no se ha hecho nada por esa laguna. No somos conscientes de que las aves que nos visitan dependen de ese pequeño espacio húmedo. Sin enterarnos, llevan miles de años criando o descansando en Tafalla de viaje a África o a Europa. Lo llevan en los genes. Otras no tienen otro sitio donde estar y allí anidan. Hay años que se seca.

¿Qué se va a ver desde ese mirador? ¿Un mar de placas? ¡Por favor, salios de la foto! idos más lejos. Energías renovables sí, pero no así. En vez de tanta sigla pomposa, pueden ustedes invertir en la laguna, comprar tierras aledañas con fondos europeos. Son sus aves también. Hacer permutas, repoblaciones, evitar la contaminación agrícola. Darle agua del canal, y hacerla mucho más grande. Hacer un centro de interés para Tafalla, que anda muy escasa de atractivos. Tenemos un tesoro y no lo vemos.

Por todo esto, varios colectivos tafalleses y ciudadanos que queremos que las aves estén tranquilas y se respete la laguna del Juncal, vamos a hacer las alegaciones refrendadas por ahora por el grupo de defensa del término, grupo de voluntarios, Asociación de cazadores y esperamos que se sumen gente sensible de toda Navarra, los scouts de Escolapios, Berdesia, el grupo de jubilados y todo tipo de asociaciones. Esperamos que el Ayuntamiento de Tafalla y el Gobierno de Navarra hagan lo que es justo para las aves. Vamos a hacer un cartel y dejar hojas de firmas en el club de jubilados (como firmen todos ganamos) en el Pasadizo y en el bar Zapato.

¿Qué opinarían los patos? Pues eso. Firma por los patos que no saben firmar. Aurrera!

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Por fin , buenas noticias

Muchas gracias! Eskerrik asko!